El concepto con el que se ha intentado acercarse a los consumidores ha fracasado, por lo que muchos de los fabricantes que producen este tipo de productos han acercado los diseños tradicionales a una nueva forma de interactuar con las pantallas.
Apple, con su corona digital integrada dentro del Apple Watch, o Samsung, con un bisel giratorio muy innovador diseñado en el Gear S2, responden a este criterio.
Por esta razón, quizás, una firma tradicional del sector de la relojería como Tag Heuer ha decidido unirse a dos firmas de tecnología (Intel y Google) para ofrecer su propia propuesta sobre estos dispositivos de muñeca. Meses después de su presentación, la firma suiza ha mostrado su primer «smartwatch», basado en el sistema operativo Android Wear, llamado a convertirse en el estándar de este tipo de dispositivos, aunque el éxito aún se le resiste.
Presentado en la conferencia LVMH Tower, en Nueva York, el reloj TAG Heuer Connected tiene una estética tradicional (sigue la línea de la gama Carrera), con una pantalla esférica de 46 milímetros de diámetro protegida con cristal de zafiro, que ofrece unas 1,5 pulgadas (360 x 360 píxeles de resolución). Con cuerpo de titanio, el reloj tiene en su interior una batería de 410 mAh, procesador Intel Atom Z34XX y 1 GB de memoria RAM. Tiene un grosor de 1.8 milímetros.
El dispositivo, que cuenta con un pequeño micrófono diseñado para recibir comandos de voz, incluye entre sus características un cronógrafo, manecillas convencionales para mostrar la hora y una serie de opciones propias de los relojes inteligentes, tales como podómetro, calculará las calorías quemadas y mostrará previsiones meteorológicas,información sobre deportes, alertas. Notificaciones básicas, aunque muy alejadas de las posibilidades que ofrecen, por ejemplo, Gear S2.
El reloj, acabado con una correa de caucho negro con relieve (existen otros seis colores disponibles: rojo, azul, blanco, naranja, verde y amarillo, que se venden por separado) y con hebilla desplegable fabricada también con titanio, presenta toda las características y nivel de acabado que se espera de un reloj de pulsera de gama alta. El precio se ha fijado en 1.350 euros.
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