Al menos 12 personas murieron y cinco resultaron heridas en un tiroteo en un centro de gallos en el municipio de Cuajinicuilapa, al sur del Estado de Guerrero.
El ataque ocurrió la noche del domingo mientras se celebraba una pelea clandestina de gallos en un local de mecánica para automóviles. Un grupo armado entró al recinto y disparó a quemarropa contra los asistentes, según las primeras versiones de la Fiscalía estatal. Entre los fallecidos están dos menores.
La Fiscalía de Guerrero apunta en sus primeras investigaciones a que el tiroteo se debe a un enfrentamiento entre grupos criminales rivales de la región. Cuajinicuilapa se ubica al sur del Estado de Guerrero y cerca de la frontera con el Estado de Oaxaca. Es un municipio de 25.000 habitantes en una región denominada Costa Chica y donde los conflictos entre los grupos criminales han aumentado en los últimos años.
Las autoridades no han revelado qué grupos criminales operan en la región y quiénes podrían ser sospechosos de provocar el enfrentamiento.“Todo parece indicar que hay una rivalidad, tenemos indicios e información sobre grupos criminales en la zona. Los nombres de las personas que perdieron la vida nos indican que pertenecían a un grupo y tenemos indicios de quién es el otro grupo”, ha dicho el Fiscal de Guerrero, Miguel Ángel Godínez, a una radio mexicana.
Otras versiones sobre el suceso señalan que el enfrentamiento comenzó después de que dos grupos de espectadores discutieron sobre los resultados en el palenque. Las peleas de gallos son populares en algunos pueblos de México, en ellas se hacen apuestas por estas aves que se atacan a muerte con navajas atadas a sus patas. Las transacciones de dinero alrededor de este tipo de eventos generalmente no son legales.
Hace dos semanas, el secretario de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio Chong, anunció una nueva estrategia de seguridad para el Estado de Guerrero. Este plan incluía el despliegue de la Policía Federal por toda la región, así como la creación de una unidad especializada para combatir el secuestro en Acapulco. Además, el mando de todas las fuerzas de seguridad se concentró en un comandante militar. Osorio Chong explicó, entonces, que ante la llegada del nuevo gobernador Héctor Astudillo era necesario “superar las debilidades institucionales que han impedido que Guerrero tenga una seguridad duradera”.
Un grupo armado entró al recinto y disparó a quemarropa contra los asistentes
El encargado de la política interior de México también propuso la construcción de una carretera que conecte la región de la Costa Chica con Tierra Caliente (en el Estado de Michoacán) para mejorar la movilidad de los cuerpos policiales. Esta autovía atravesaría el corazón del Estado de Guerrero y tocaría a algunos de los municipios más afectados por la violencia, además de que permitiría la vigilancia de las regiones de Michoacán donde el crimen organizado ha ampliado su influencia.
El Estado de Guerrero ha sido durante mucho tiempo uno de los más violentos y pobres de México. La desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en septiembre de 2014, puso en evidencia las alianzas entre las policías locales y los grupos criminales para controlar la región a través de extorsiones, asesinatos y el tráfico de drogas. Según el Sistema Nacional de Seguridad, hasta septiembre de 2015, 489 personas han sido asesinadas en el Estado, un 25% más que en el mismo periodo del año anterior.
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