Cuatro países han respondido ya a la llamada de auxilio hecha por Francia a sus socios europeos para luchar en los frentes exteriores contra el terrorismo.
Tras las propuestas de Alemania y Reino Unido, el Ministerio de Defensa francés ha recibido también ofertas de Irlanda y Finlandia. En el departamento del responsable de Defensa Jean-Yves Le Drian no tienen noticias sobre España y agradecen los planes de esos otros países para “apoyar a Francia en su acción global contra el terrorismo” con sus contribuciones militares en África.
Según el Ministerio de Defensa francés, "numerosos países han manifestado su apoyo y han dicho estar dispuestos a responder, según sus capacidades de defensa". La petición francesa a sus socios europeos es un apoyo directo a su acción en Oriente Próximo o en otros escenarios donde Francia está comprometida". Solo cuenta, sin embargo, de momento con el apoyo más explícito de los cuatro países mencionados. Finlandia ha propuesto dar mayor apoyo logístico en Erbil, en el norte de Irak, y en las operaciones que tienen lugar en Malí y el Mediterráneo. "Se harán esfuerzos para concluir rápidamente la redacción de la legislación sobre la concesión y recepción de ayuda internacional", ha dicho Finlandia. Irlanda, por su parte, ha confirmado a este periódico haber ofrecido ayuda en Malí.
El refuerzo de la llamada operación Chammal en Oriente Próximo ha dejado a Francia al límite de sus capacidades militares en el exterior. París tiene destacados en la zona a 3.500 efectivos y un gran arsenal bélico (38 aviones) que le ha permitido en los últimos diez días, desde el 15 de noviembre, realizar 106 vuelos sobre Siria e Irak y llevar a cabo 20 bombardeos contra el ISIS (Estado Islámico). Son operaciones que se desarrollan en paralelo en otro polvorín terrorista, el Sahel, donde Francia tiene desplegados 4.500 soldados.
Alemania es el país que ha puesto sobre la mesa la propuesta más concreta, al aceptar enviar 650 soldados a Malí, un país desestabilizado por grupos terroristas donde las tropas galas pelean junto a los cascos azules de la MINUSMA. Berlín aportará, además, para Oriente Próximo entre cuatro y seis aviones de reconocimiento Tornado, aviones cisterna y una fragata para custodiar el portaviones Charles de Gaulle. Londres, por su parte, espera el permiso del Parlamento para poder bombardear Siria antes de Navidad. En París han recibido el ofrecimiento solidario de Finlandia e Irlanda, aunque aún no tienen concreción sobre sus aportaciones. Es la respuesta, en definitiva, de cuatro países europeos una vez que París logró que la UE activara el artículo 42.7 del Tratado de mutuo en caso de que un socio sea atacado como ocurrió el 13 de noviembre con los atentados que costaron 130 vidas.
En principio, a la espera de mayores concreciones por parte de ambos países, su ayuda se centraría en la peligrosa zona del Sahel. El pasado día 20, un grupo terrorista mató a 27 personas en una toma de rehenes en el hotel Radisson Blu de la capital maliense, Bamako. Gracias a las fuerzas allí establecidas, Francia pudo enviar inmediatamente a 40 expertos antiterroristas que participaron finalmente en la liberación de los rehenes. Las últimas operaciones francesas en el norte de Malí han logrado la muerte de dos terroristas y la detención de varios de ellos. La misión en este momento es destruir los refugios de los grupos terroristas, según informa del Ministerio de Defensa, e intentar que no logren reconstruirlos.
Estas son operaciones que cuentan con el beneplácito de la población francesa y de todo el arco parlamentario político. El miércoles, la Asamblea Nacional aprobó casi por unanimidad (515 votos a favor contra cuatro) el refuerzo del despliegue militar francés en Oriente Próximo y al día siguiente tomó una decisión similar el Senado con 325 votos a favor y 21 abstenciones. Ambas votaciones, por tanto, tuvieron lugar días después de intensificar, de hecho, la ofensiva bélica en la zona.
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