El primer ministro británico, David Cameron, lanzará esta semana la ofensiva definitiva para lograr el apoyo parlamentario que necesita para que Reino Unido bombardee al Estado Islámico en Siria.
Cameron confía en que los brutales ataques de París y el voto unánime en el Consejo de Seguridad de la ONU el pasado viernes, instando a sus miembros a combatir al ISIS, hayan consolidado el apoyo parlamentario que hasta ahora se le ha resistido. El jueves tiene previsto presentar su plan en la Cámara de los Comunes y dar a los diputados como mucho una semana para reflexionar antes de someterlo a votación. Así, según los cálculos del Gobierno, Reino Unido podría estar bombardeando Siria antes de las vacaciones de Navidad.
“Avanzada esta semana presentaré en el Parlamento nuestra estrategia para combatir al ISIS”, ha confirmado Cameron esta mañana, en su comparecencia en París con el presidente francés.“Apoyo firmemente la acción emprendida por [François] Hollande para luchar contra el ISIS y estoy convencido de que Reino Unido debe efectivamente hacer lo mismo”.
David Cameron, que antes de llegar al palacio del Elíseo ha visitado junto a Hollande la sala de fiestas Bataclan, donde los yihadistas mataron a 89 personas, ha expresado también su intención de reforzar con París el intercambio de datos entre sus servicios de inteligencia y ha ofrecido a Francia el uso de la base aérea de la RAF (Royal Air Force) en Chipre. Francia y Reino Unido son los dos únicos países de Europa capaces de desplegar fuerzas importantes de combate a gran distancia, informa Gabriela Cañas.
Cameron no quiere someter el asunto de los bombardeos en Siria a votación antes de estar seguro de que va a ganar. Una derrota, además de una señal de su propia debilidad, sería un “golpe de publicidad” para el ISIS, en palabras del canciller del Exchequer, George Osborne. Pero la sensación en Westminster es que la opinión política ha virado en las últimas semanas y el Parlamento apoyaría ahora la intervención en Siria.
En la actualidad las fuerzas aéreas británicas solo tienen autorización para bombardear en Irak. En 2013 los diputados votaron no a intervenir militarmente en Siria, en lo que supuso una importante derrota para David Cameron. Pero en aquella ocasión el objetivo era el régimen de Bachar el Asad. En septiembre del año pasado el Parlamento autorizó la participación de Reino Unido en los bombardeos en Irak. Hasta la fecha, Cameron no ha sentido la confianza necesaria como para volver a someter a votación la intervención militar en Siria.
Los votos de la oposición
Cameron, que cuenta con una frágil mayoría absoluta, debe asegurarse el voto de un número de diputados de la oposición, ya que teme que una docena de diputados de sus propias filas vote en contra. Decenas de diputados laboristas, según diversas fuentes, estarían dispuestos a votar a favor desafiando a su nuevo líder. Jeremy Corbyn se ha mostrado reiteradamente contrario a la intervención militar y dijo en su día que impondría la disciplina de voto. Pero John McDonnell, portavoz de Economía en la oposición y principal aliado del líder laborista, ha declarado que preferiría que se conceda a los diputados laboristas libertad de voto. Aunque McDonnell sigue siendo contrario a los bombardeos y probablemente votaría en contra, existe una fuerte preocupación de que, si no se permite libertad de voto, miembros de su Gobierno en la sombra podrían dimitir.
Los nacionalistas escoceses del SNP, tercera fuerza en el Parlamento, no apoyarán la intervención sin un claro mandato de la ONU. Así lo expresó la semana pasada Alex Salmond, portavoz de Exteriores de los independentistas. La líder del partido, Nicola Sturgeon, aseguró se encuentran “preparados para escuchar” los argumentos para bombardear Siria.
Ahora Cameron planea presentar su plan el jueves, como parte de plan diplomático y humanitario más amplio para el futuro del país, después de que un informe del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento recomendara unirse a los bombardeos aliados solo con una estrategia internacional coherente contra el ISIS.
El primer ministro se comprometerá, según informa el Sunday Times, a no invadir Siria ni desplegar tropas terrestres, y detallará los planes para la formación de un Gobierno transitorio en Damasco que remplace a Bachar el Asad. Pero insistirá en que no cree que haya que esperar a la formación de ese Gobierno para unirse a los bombardeos.
Antes del discurso de Cameron, Michael Fallon, ministro de Defensa, tiene previsto reunirse con los diputados laboristas el miércoles, según diversos medios, para informarles de que los recursos militares británicos constituirían una contribución importante a la coalición internacional. Los misiles Brimstone lanzados desde aviones Tornado, explicará el ministro, son capaces de una precisión mayor que cualquier arma usada por los estadounidenses para evitar bajas civiles.
La ofensiva de Cameron para lograr el apoyo del Parlamento a los bombardeos en Siria coincide en el día en que el Gobierno presenta la revisión de sus planes de defensa y seguridad. Cameron tiene previsto anunciar esta tarde en el Parlamento, a su regreso de París, un aumento de 16.800 millones de euros en gasto de defensa para afrontar amenazas como la del ISIS. El primer ministro, según adelantan hoy diversos medios británicos, anunciará la creación de dos brigadas de despliegue rápido, capaces de intervenir inmediatamente en cualquier parte del mundo. Además, se adquirirán nuevos aviones de combate y vigilancia.
El aumento del gasto en Defensa se suma al compromiso de reforzar el presupuesto de contraterrorismo en un 30%, anunciado la semana pasada por el canciller del Exchequer, George Osborne, para mejorar la cibervigilancia.
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