El belga Abdelhamid Abaaoud, considerado el cerebro de la matanza del viernes en París, fue abatido en la madrugada del miércoles en el asalto policial y militar en el barrio parisino de Saint-Denis, según ha confirmado esta mañana la fiscalía de París. "Acaba de ser formalmente identificado tras comparar los restos papilares como uno de los muertos en el curso del asalto realizado por el RAID (fuerzas especiales) en la calle Corbillon en Saint-Denis en la noche del 18 de noviembre. Se trata del cuerpo descubierto en el inmueble, acribillado de impactos", dice la nota oficial de la fiscalía difundida a primera hora de la tarde de este jueves..
Con ese comunicado, la fiscalía de París confirma también, por tanto, que en el asalto,murieron tres yihadistas, uno de ellos "una joven mujer" que se hizo estallar un cinturón de explosivos. la policía no ha difundido aún la identidad ni de la mujer ni del otro yihadista muerto. El comando de Saint-Denis estaba "listo" para cometer nuevos atentados, según el fiscal de París, François Molins. Disponía de "un verdadero arsenal de guerra".
Abaaoud se instaló en Siria hace años. Fue de los primeros combatientes extranjeros en llegar. Una publicación del ISIS difundió unas supuestas declaraciones suyas en las que contaba que había logrado escapar a un cerco policial belga tras un tiroteo. Había viajado de Siria a la ciudad belga de Verviers, donde el 15 de enero murieron dos yihadistas en un tiroteo con fuerzas de seguridad.
La policía sospecha que Abaaoud ha viajado en otras ocasiones a Bélgica y que ha instigado varios atentados, como el ametrallamiento en agosto en el tren Thalys entre Ámsterdam y Bruselas, o el frustrado ataque a dos iglesias en París en primavera.
Abdelhamid Abaaoud era considerado un alto mando del ISIS en Siria y, según informaciones coincidentes de las fuerzas de seguridad y de él mismo, pudo regresar varias veces a Bélgica sin ser controlado por la policía.
Ahora, la atención se centra en conocer el paradero de otro de los supuestos organizadores de la matanza del viernes pasado. Se trata de Salah Abdeslam, también belga. Su hermano Ibrahim se suicidó el viernes en un restaurante del bulevar Voltaire de París.
Los dos hermanos participaron activamente en la matanza de la capital francesa tras viajar a la capital desde Bruselas. Ibrahim intentó viajar a Siria en enero. Turquía lo impidió. A su regreso a Bélgica, la policía interrogó a los dos hermanos. Se les dejó en libertad. “Sabíamos que estaban radicalizados y que podrían ir a Siria, pero no parecían ser una amenaza. Incluso si lo hubiéramos comunicado a Francia, dudo que pudiéramos haberlos frenado”, ha reconocido el portavoz de la fiscalía belga a la agencia France Presse. “No mostraban signos de constituir una posible amenaza”.
Tras participar en la matanza del viernes, Salah Abdeslam regresó a Bélgica el sábado por la mañana por carretera. En la frontera, el coche en el que viajaba con dos individuos fue parado por policías franceses. Los tres fueron identificados y la policía les dejó pasar. “Bélgica no había incluido a Salah en el fichero de individuos sospechosos de Schengen”, afirman las fuentes policiales en París.
En las cámaras de seguridad de la autopista entre Francia y Bélgica se observa el Volkswagen Golf en el que viajan Salah y otros dos individuos en dirección a Bruselas. Luego, vuelve a verse el coche en dirección opuesta, en teoría porque ya habían dejado a Salah en su destino. La policía belga ha detenido e interrogado a los dos acompañantes. Han dicho que Salah les llamó y les pidió que acudieran a París para buscarle.
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