Para cada versión de Android, Google elige a un fabricante de móviles con el que construir un terminal que muestre todas las capacidades del sistema operativo. Esos terminales reciben el nombre de Nexus y de ellos se espera que sean, si no los más potentes, hermosos y rápidos del mercado, sí que resulten equilibrados y a un precio contenido.
Para la puesta de largo de la versión 6.0 (Marshmallow), Google ha recurrido a LG. Es la tercera vez que lo hace, tras los Nexus de 2012 y 2013. En esta ocasión, el resultado de la cooperación entre el fabricante coreano y el mastodonte de internet es un terminal de gama media alta, con un procesador de seis núcleos Snapdragon 808 a 1,8 GHz, dos gigas de memoria RAM, LTE categoría 6 (hasta 300 megas de bajada de datos), pantalla de 5,2 pulgadas Full HD (1.920 x 1.080. Densidad de 423 puntos por pulgada) protegida con Gorilla Glass 3 y cámaras de 12,3 MP (trasera) y 5 MP (frontal) y apertura de diafragma de 2.0.
En cuanto al diseño, correcto. Es relativamente ligero: 136 gramos, y está justo por debajo de los ocho milímetros de grosor. Se presenta en tres colores: negro, blanco y azul; o, como ironizaba la directora de marketing de móviles de LG España, Araceli de la Fuente, antracita, cuarzo y hielo.
Lo que no parece tan correcto es que se presente en dos versiones según la capacidad de almacenamiento: 16 y 32 Gigas. Es el mismo problema que hemos criticado a Apple: un terminal que graba vídeo con resolución 4K tiene que contar con mayor memoria. En los iPhone se puede elegir entre 16, 64 y 128; pero en el Nexus 5X, la capacidad máxima es de 32 GB. Y no, no tiene ranura para tarjetas externas, así que hay que confiar todo a la nube, así que ojo a la tarifa de datos cuando estamos fuera de cobertura wifi.
Desde hace un par de generaciones de terminales, LG ha incluido un botón de control en la parte trasera, debajo de la cámara. Es una posición cómoda para controlar el volumen durante una llamada e incluso para modificar ciertos ajustes o navegar cuando se tiene en la mano y se mira la pantalla. LG ha presumido de ese sistema de control, pero ahora, lo ha reemplazado por un sensor de huella digital.
La batería es de 2.700 miliamperios y está integrada. Tiene un sistema de carga rápida que aporta cuatro horas de batería con 10 minutos de carga. Se realiza a través de un puerto USB-C.
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