La Canciller alemana, Angela Merkel, ha visitado este domingo Estambul para avanzar en el cierre del esperado pacto con el que la UE quiere contener el flujo migratorio. A primera hora de la tarde se ha reunido con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu. Luego se reunió con el presidente euroasiático, Recep Tayyip Erdogan, que es quien tiene la última palabra en el ejecutivo.
Turquía espera cuatro concesiones de Bruselas a cambio de su cooperación:
1. Un paquete de tres mil millones de euros para cooperar en contener a los solicitantes de asilo en su país,
2. La concesión de visados Schengen para los 74 millones de turcos.
3. La aceleración del proceso de integración de Turquía a la UE
4. La presencia turca en las principales cumbres europeas.
El jefe de gabinete turco aseguró, en la rueda de prensa posterior a su cita con Merkel, que "el objetivo es hacer efectivo en 2016 el Acuerdo de Readmisión". Su empezó a gestar en 2013 y mediante este los turcos, a cambio de admitir a aquellos refugiados procedentes de su país y detenidos en Europa, obtendrán libre circulación por territorio de la UE.
La segunda exigencia turca es agilizar el proceso de entrada de Turquía en la UE. "Nuestra esperanza es reactivar las congeladas relaciones entre Turquía y la UE. Vemos posible agilizar la apertura de los capítulos de admisión 17, 23, 24, 26 y 31", ha explicado Davutoglu.
"Hemos acordado que en los próximos días se trabaje para agilizar el trámite, especialmente, de los capítulos 17, 23 y 24".
Además del nuevo régimen de visados y de facilitar el proceso de unión al club de los 28, una larga aspiración turca que empezó a negociarse en 2005, Turquía exige a la UE al menos tres mil millones de euros. Con ellos, el país euroasiático debe disponer de efectivos para contener a los cerca de cinco mil personas que diariamente, por tierra y sobre todo por mar, tratan de alcanzar Europa.
Turquía ha sido hasta ahora el país más generoso con los refugiados sirios, a los que ha destinado 7.5 millones de euros en forma de 22 campamentos de acogida y servicios básicos como sanidad y educación.
Pero al acoger cerca de dos millones de ellos, los servicios se han saturado. Ello más la inestabilidad actual en Turquía, contribuyó a la huida a la UE de muchos solicitantes de asilo.
La UE planea crear estructuras de control de migración en los 'puntos calientes' de su llegada y reforzar la guarda fronteriza. Si se firma el acuerdo Turquía también ampliará las estructuras locales de acogida de solicitantes de asilo, la mayoría de origen sirio, y reforzará sus medidas de seguridad fronterizas, especialmente las marítimas. Unas
600.000 personas han intentado entrar este año a la UE por vía marítima, casi todos desde Turquía, "En nuestra lucha contra la inmigración ilegal, estamos listos para combatir a los traficantes de personas, que abusan de los inocentes", ha insistido Ahmet Davutoglu durante el parlamento a la prensa, al lado la Canciller. Así mostró ante Merkel, a la que elogió por su "liderazgo" en la acogida de refugiados, su predisposición a pactar con la UE, aunque reconoció que faltan flecos por cerrarse.
"La carga de refugiados debe ser compartida. Reconocemos que hasta ahora Turquía ha hecho un gran esfuerzo por acogerlos. Turquía ha asumido una responsabilidad especial en este asunto", ha reconocido Merkel a cambio.
La dirigente teutona, además, ha destacado su voluntad para abrir el capítulo 17, correspondiente a Política Monetaria y Económica.
Por último, Merkel, que ha evitado abordar las denuncias de represión del derecho a la libertad de expresión en Turquía, ha prometido trabajar para reforzar los vínculos este país y la UE. Las cuestiones más importantes fueron tratadas, al cabo de su encuentro con el líder en funciones del ejecutivo en el Palacio de Dolmabahçe, con el Presidente de Turquía en el Palacio Amarillo.
"Hemos podido evaluar las relaciones [con Alemania] en un marco amplio", se ha congratulado Erdogan tras su encuentro, cuando también ha agradecido a Angela Merkel su llamada tras la masacre de Ankara del sábado pasado. "Un asunto importante es la situación de los refugiados en Turquía; otro, su ida a Europa. Hemos evaluado compartir esta carga", ha proseguido el Presidente.
La visita de Angela Merkel a Turquía es una de las pocas de un líder europeo desde las protestas de Gezi de 2013, duramente reprimidas por la policía y que por ello despertaron críticas hacia su gobierno. Esta vez, por el contrario, el gobernante islamista Partido Justicia y Desarrollo (AKP) ha podido presumir de prestigio a menos de dos semanas de las elecciones legislativas.
Para contribuir al agrado turco, según publicó este sábado el periódico 'Financial Times', la UE se ha abstenido de publicar el polémico informe anual del estado del proceso de integración de Turquía en la UE hasta pasados los comicios. Desde 2013 éste se había llenado de denuncias de intolerancia hacia las críticas y represión de la prensa y de las protestas pacíficas.
Debido a esta búsqueda del acomodo de Davutoglu y Erdogan la oposición ha arremetido contra la visita alemana. "Que no haya pedido un encuentro con el CHP o con ninguna oposición" da la impresión de que Merkel participa en la campaña, ha dicho el asesor jefe del líder del Partido Popular Republicano (CHP) Erdal Aksunger, según el periódico turco 'Hürriyet'.
Por su parte, el pro kurdo y de izquierdas Partido Democrático de los Pueblos (HDP) ha acusado a Merkel de participar en un "pacto sucio" con Erdogan. "Funciona así: 'No nos enviéis más refugiados, acaba con esto y os daremos tres mil millones de euros'", ha ironizado el diputado de esa formación Nazmi Gur.
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