El Ejército Árabe Sirio ha emprendido este viernes una ofensiva con el objetivo de arrebatar la segunda ciudad del país a las fuerzas opositoras. En este nuevo esfuerzo militar le acompañan Rusia, cientos de milicianos del partido chiíta libanés Hizbulá y, según aseguran fuentes diplomáticas, soldados iraníes. El asalto se enmarca en una 'gran ofensiva', anunciada recientemente por medios afines al oficialismo sirio, y que también comprende otras áreas del país.
Citado por la agencia Reuters, Hizbulá, cuya infantería ha participado en numerosos combates junto a fuerzas leales a Asad, anunció una "amplia operación militar", con apoyo de la aviación rusa y siria, de unos 15 kilómetros de envergadura en el sureste de Alepo. El opositor Observatorio Sirio de los Derechos Humanos anunció la toma, este viernes, de los aledaños del sitio de Yabal Azzan, principalmente la villa de Abtin y un batallón de tanques cerca de Sabiqiya.
Quienes se oponen al avance oficialista son una amalgama de fuerzas opositoras, de un espectro que va desde las seculares a las yihadistas, entre las que hay la rama siria de Al Qaeda, el Frente Nusra, y la milicia salafista Ahrar ash Sham. Según fuentes de Fursan al Haq, uno de los grupos anti Asad, en su contraofensiva disponen de armas antitanque tipo TOW, conocidos porque EEUU los introdujo a los grupos armados que soporta.
Aunque en el pasado ya hubo importantes avances sobre Alepo de Hizbulá y el ejército sirio, aprovechándose de una oposición que adolece de armamento pesado y que a la vez trata de frenar al auto denominado Estado Islámico (IS) en el norte de Alepo, los avances no fueron cruciales. Esta vez hay dos factores diferenciales. Por un lado, los bombardeos que Rusia emprendió el 30 de septiembre pasado, y por otro la disposición de Irán a aumentar su apoyo a la alianza pro Asad.
La oposición acusa a Moscú de dirigir sus castigos aéreos no solo contra el Estado Islámico, único objetivo declarado por el presidente Vladimir Putin, sino también contra aquellas fuerzas que amenazaban a Asad en las provincias de Idlib y Hama, donde no hay IS. El Observatorio, que nutre sus informaciones de una red de activistas sobre el terreno, asegura que al menos 60 personas, entre ellas 30 mujeres y niños, murieron en un bombardeo ruso en las últimas horas en Homs.
El otro pilar de la nueva ofensiva del presidente sirio, Bashar Asad, es la República Islámica de Irán. Dos fuentes anónimas incluidas por Reuters -que este medio no ha podido verificar independientemente- afirman que Teherán ha enviado miles de tropas a Siria para pergeñar una macro ofensiva para apoyar los avances en Hama y Alepo. Irán asegura que sólo envía armas y consejeros para reforzar y asesorar a su aliado damasceno, y niega haber enviado tropas.
Aladín Boruyerdí, jefe de la comisión de política exterior y de seguridad nacional del Parlamento de Irán, está estos días en Damasco.
Se citó con el portavoz parlamentario sirio para debatir el nuevo escenario de operaciones que se avecina en Siria, y que algunas fuentes militares desde Siria califican de "la batalla prometida". "Si Siria las solicita [las tropas iraníes], estudiaremos la petición y decidiremos", aseguró el jueves a la agencia AFP Boruyerdí.
No obstante, de acuerdo con Reuters y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, miles de soldados iraníes han llegado en las últimas semanas a Siria aterrizando en el aeropuerto Basel Asad de Lataquía con el objetivo de apoyar las ofensivas del gobierno sirio. De acuerdo con un informe reciente del Institute for the Study of War este aeródromo se ha convertido en una base para tropas rusas, y el Observatorio añade que también para iraníes. Esta información no es verificable.
El principal apoyo venido de Irán se llama Qasem Solemaní y es visto, por muchos expertos, como el gran estratega de Oriente Próximo en la actualidad. Lidera la Fuerza Quds, la unidad de élite de la Guardia Revolucionaria iraní. Solemaní perdió a tres de sus hombres durante la semana pasada. Según la prensa iraní uno de ellos, el vice comandante Hossein Hamedaní, murió cerca de Alepo; dos oficiales más fallecieron en combate contra el IS, aunque no detalló dónde.
La implicación de la Fuerza Quds prueba la importancia que Irán y Rusia dan al sostenimiento de Bashar Asad, que hasta este agosto estaba mermado de tropas y con la oposición avanzando. Por eso, la prioridad ha sido debilitar a la oposición en Idlib, Hama y Homs, columna vertebral industrial de Siria y provincias de acceso a Lataquía y Tartus -provincias costeras donde Rusia tiene su base naval y son el corazón de la minoría alauita de Asad- y, en segundo lugar, Alepo.
El casco urbano de Alepo, parcialmente destruido, lleva desde 2012 partido en dos. La fracción oeste ha permanecido mayormente en manos del régimen, y la este ha sido territorio de todo tipo de opositores, sin un dominador claro. El distrito de Sheij Masud, al norte, está bajo control kurdo. A mediados de 2014, una ofensiva de Hizbulá junto a fuerzas pro Asad se internó por el este y alcanzó la importante área industrial de Sheij Nayar.
A mediados de este año una coalición de milicias de todo pelaje, respaldadas por Occidente y el Golfo y bajo el nombre de Fatah Haleb (Conquista de Alepo), trató de contrarrestar al régimen atacando por el oeste. El Observatorio relató quebombardeos opositores alcanzaron este jueves los vecindarios controlados por el Gobierno sirio de Masakin al Sabil, al Mogambo, la calle Nilo y al Ashrafiyya, pero no da cuenta de víctimas.
Mientras todo este escenario se desarrolla entre el sur de Alepo y el norte de Homs, el Estado Islámico sigue avanzando por el norte de Alepo.
La oposición denuncia que los bombardeos rusos a sus posiciones han dado vía libre al IS, al cual expulsaron de esa región durante una ofensiva en enero de 2014. El califato está siendo oficialmente bombardeado por Rusia, EEUU, Francia y elReino Unido, y aun así aparentemente no pierde fuelle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario