Nuevas evidencias que apoyan una teoría sobre un ciclo de 26 millones de años, que vincula las lluvias de cometas y las extinciones masivas en la Tierra han sido propuestas por dos científicos estadounidenses.
Michael Rampino, un geólogo de la Universidad de Nueva York, y Ken Caldeira, un investigador de la atmósfera en el Instituto Carnegie, han realizado un estudio sobre los últimos 260 millones de años, encontrando un patrón familiar: cada 26 millones de años se produjeron enormes impactos y extinciones masivas en nuestro planeta, como la extinción de dinosaurios hace 66 millones de años.
En las últimas décadas varios investigadores aplicaron diversos métodos para encontrar evidencias de la existencia de un mismo ciclo, pero la idea generó polémica y carecía de explicaciones.
"Creo que nuestro estudio basado en datos revisados de extinciones y cráteres, así como un nuevo método de análisis espectral, es una prueba sustancial de la existencia de ese ciclo", comentó Rampino citado por The Atlantic.
Los hallazgos de Rampino y Caldeira aportan la idea de que las lluvias regulares de cometas causan intervalos de extinciones masivas.
Según la teoría, dichas lluvias son desencadenadas por el paso del sistema solar a través de un plano medio de nuestra galaxia.
Atravesando dicha zona, el Sol perturba enormes nubes de polvo cósmico. Estas nubes a su vez desvían las órbitas de los cometas, enviándolas hacia la Tierra.
Si Rampino y Caldeira tienen razón, la próxima extinción no está lejos. Nuestro rincón del sistema solar cruzó el plano medio hace cerca de 2 millones de años y aún estamos atravesándolo.
"Hace un par de millones de años que estamos en la zona de peligro", resaltó Rampino.
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