La defensa y la seguridad se consolidan como sectores prioritarios en el presupuesto Estatal ruso para 2016 (32,11% del gasto total), que poda las partidas de Educación y Sanidad tanto en cifras absolutas como porcentuales hasta dejarlas en el 3,59% y 3,05% del presupuesto, respectivamente.
La Duma Estatal (cámara baja del parlamento) aprobó ayer en primera lectura el presupuesto para 2016, el segundo año marcado por la crisis resultante de la política del Kremlin en Ucrania en 2014, con la anexión de Crimea y la intervención en el Donbás.
El presupuesto del año próximo contempla 224.214 millones de eurosen gastos y un déficit del 3%. El documento se ve condicionado por las sanciones occidentales, que restringen el acceso a los mercados financieros internacionales, la devaluación del rublo y la disminución del precio del crudo, la principal mercancía exportadora de Rusia. El cálculo de ingresos partió del precio de 50 dólares por barril de crudo, aunque actualmente el precio de la modalidad rusa Urals es de 41 dólares por barril.
En un clima que ya es preelectoral (las Legislativas se celebran en septiembre de 2016), los diputados de la oposición se distanciaron del documento que obtuvo 239 votos (poco más de los 226 requeridos): los del partido gubernamental Rusia Unida (RU) más un diputado de oposición. En contra votaron 152 diputados de la cámara (450 escaños en total).
“¿Acaso creen que Crimea pasó como si nada?”, exclamó el jefe del grupo parlamentario de RU, Vladímir Vasiliev, para recabar el apoyo de los legisladores que no abordaron la política exterior del Kremlin, pero se quejaron de los escuetos gastos sociales, el empobrecimiento de la sociedad y el endeudamiento creciente de las regiones.
“El hecho de que el país llegó a una situación en la que podemos permitirnos defender nuestra política nacional independiente, esto también es un logro, amigos, ¿acaso no lo comprenden?", manifestó Vasiliev.
En cifras absolutas en rublos, tanto los gastos de Defensa como de Seguridad (y policía) han aumentado algo en relación a 2015, aunque su porcentaje sobre el gasto total disminuyó ligeramente: del 20,14% al 19,54%, los primeros, y de 12,90% a 12,57% los segundos. Al cambio oficial de ayer, los gastos de Defensa equivalen a 43.448 millones de euros. Los de sanidad y educación (3,43% y 4,08% en 2015) pasan a 3,05% y 3,59% respectivamente en 2016.
La particularidad del presupuesto para 2016 son las reservas financieras no formalizadas que “el Gobierno no pudo ni siquiera asignar a diferentes partidas, porque no hay decisiones ni proyectos, ni documentación ni disposiciones”, afirmó la diputada de oposición Oksana Dmítrieva, en una entrevista al periódico Moskovski Komsomolets. Dmítrieva, especialista en temas presupuestarios, calculó que estas reservas suman 757.000 millones de rublos. Entre el dinero que el Gobierno se ha reservado hay 342.000 millones de rublos que proceden de congelar una parte de las cuotas de las pensiones.
En 2016, la pensión de los jubilados aumentará un 4%, muy por debajo del índice de inflación, que según el Ministerio de Desarrollo Económico será del 12,8%. Según dijo Dmítrieva a Moskovski Komsomolets, los datos que manejan las diferentes instituciones no coinciden y las diferentes partidas se estancan en las cuentas de las instituciones encargadas de repartirlas.
En sanidad se ha formado una estructura de intermediarios que gravan las finanzas públicas al tiempo que complican la asistencia médica. Según Dmítrieva, el descenso de los gastos en sanidad y la insatisfactoria organización de la misma han producido ya un nuevo aumento de la mortalidad a partir de 2014; sobre todo en el contingente en edad laboral.
Más fondos para defensa.
De provincias llegan informaciones sobre reducciones de sueldos a los maestros de un 30% a partir de enero, clínicas que no pueden atender a pacientes por falta de financiación y recorte de plantillas, por ejemplo en la fábrica de automóviles de AvtoVaz (en el Volga), en un 20% (de 52.000 a principio de año a 47-48.000 en la actualidad). La huelga general de los camioneros de largo recorrido esta semana para protestar por una nueva tasa de peaje puede afectar al abastecimiento.
Sin embargo, la crisis parece no afectar a empresas militares como la Fábrica de Armamento Misilístico Táctico, cuyos empleados han pasado a trabajar en tres turnos para poder satisfacer la demanda que genera la operación militar en Siria. Es tanta la actividad que, según la publicación Kommersant, ha habido que comprar ocho barcos a Turquía para llevar los misiles a la base militar rusa de Tartus.
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