La crisis histórica que afecta a la industria eléctrica dominicana ha obligado a los consumidores a utilizar fuentes de energías alternativas que además de implicar mayores gastos resultan peligrosas. Tal es el caso del uso de velas, opción a la que todavía recurren el 41.63% de los hogares participantes en el trabajo de investigación “Impacto de la crisis del sector eléctrico en la economía dominicana” realizado por el Instituto Tecnológico De Santo Domingo (Intec).
A las velas le siguen los inversores (20.42%); las lámparas de combustible líquido (10.81%); las linternas o lámparas de baterías (3.30%); las plantas eléctricas (0.30%) y otras fuentes, que son las “soluciones individuales” de los usuarios ante la falta de un eficiente suministro eléctrico, según establece la indagación.
Esta investigación pone en evidencia cómo el “círculo vicioso” de la falta de contadores, apagones, pérdidas y demás problemas de la industria eléctrica nacional impactan negativamente en la pobreza y la desigualdad en el país.
“Las viviendas que reciben menos horas diarias de energía eléctrica enfrentan mayores gastos por apagones como porcentaje del ingreso. Esto implica que los hogares más pobres destinan un mayor porcentaje del gasto mensual en fuentes de energías alternativas”, señala el estudio.
Según la investigación, los hogares que reciben entre 10-14 horas diarias de electricidad necesitan de inversores que les permitan almacenar energía para utilizarla durante las horas de interrupción del servicio eléctrico, pero estos aparatos aumentan el consumo en alrededor de 10% todos los meses.
“Los apagones generan gastos adicionales a los hogares debido a la pérdida de alimentos y demás, así como recursos para sustentar combustibles utilizados en las fuentes de energía alternativa que utilizan”, indica la investigación, que ante esta situación plantea que es hora de revertir esta realidad con una mirada estratégica del problema que comprometa a todos los sectores involucrados a asumir los sacrificios que sean necesarios para mejorar el bienestar de los hogares y el desempeño de las empresas con acceso a energía estable y de costo razonable.
Sectores productivos
También la mayoría de las empresas se ven obligadas a mantener una dualidad de fuentes de suministro eléctrico para sostener sus actividades productivas. De acuerdo a la investigación, casi la totalidad de las grandes empresas encuestadas (96.2%) tiene una planta eléctrica.
El gasto promedio mensual en que incurren las empresas para mantener en operación estas unidades de autogeneración es de RD$16,747 para las microempresas; RD$31,609 para las pequeñas; RD$86,540 para las medianas; y RD$81,396 para las grandes, detalla el informe.
“Este resultado muestra que los cortes eléctricos afectan mayormente la productividad de las micro, pequeñas y medianas empresas debido a que estas incurren en un mayor gasto en operación y mantenimiento de sus plantas eléctricas en términos relativos, así como porcentaje de la factura eléctrica mensual”, explica la investigación.
Falta de medidores
Falta de medidores El estudio “Impacto de la crisis del sector eléctrico en la economía dominicana” arrojó significativos datos sobre el sector que, a decir de algunos expertos, son de importancia trascendental para la consolidación del Pacto Nacional para la Reforma del Sector Eléctrico.
Uno de los resultados que más llamó la atención es que el 40.36% de los hogares no tiene contador, incluyendo un 48.49% de los que reciben el subsidio social denominado “Bono luz”. Este, según la investigación, es el principal problema para medir la efectividad de este subsidio.
“En la industria eléctrica dominicana, la falta de medidores se ha convertido en una barrera a la entrada que impide a los hogares más pobres recibir las horas de energía indispensables para el acceso y la sostenibilidad de otros servicios básicos como: agua potable, salud, educación y telecomunicaciones, así como actividades recreativas”, especifica la investigación.
Es por esto que los investigadores proponen, entre otras sugerencias, que se establezca un programa intensivo de instalación de medidores eléctricos a los hogares en un plazo no mayor a dos años.
También sugieren que el bono luz se imponga como el único subsidio de la industria eléctrica, y que esta ayuda se otorgue con la condición de instalar contadores en los hogares beneficiarios.
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