(CNN)— Las inundaciones desatadas por el tifón Koppu invaden más y más ciudades en el norte de Filipinas, obligando a la gente a trepar a los tejados a la espera de ser rescatados.
Koppu comenzó su maltrato de varios días a la región durante el fin de semana, matando a al menos a dos personas, hiriendo a otros cinco y provocando más de 20.000 desplazados.
Una mujer de unos 61 años murió cuando una pared de su casa se vino abajo, y un adolescente perdió la vida cuando un árbol se desplomó sobre él y otras cuatro personas que resultaron lesionadas.
La feroz tormenta se ha articulado alrededor de la isla principal de Luzón. Todo el pueblo de San Antonio, en el centro de Luzón, fue engullido por las aguas, dijo el alcalde Antonino Lustre la madrugada del lunes, según la afiliada de CNN, ABS-CBN. Los equipos de rescate no pudieron llegar a algunas zonas inundadas de la ciudad, donde los residentes se quedaron varados en los tejados, informó la emisora.
Las inundaciones han causado estragos en muchos otros pueblos, dijo el gobernador Aurelio Umali, de acuerdo con ABS-CBN.
La tormenta tocó tierra en las primeras horas de la mañana del domingo con la fuerza de un súper tifón, arrancando tejados de edificios y árboles en la provincia costera de Aurora.
Los caminos y las comunicaciones fueron cortados por las inundaciones y deslizamientos de tierra en tres localidades de Aurora, incluyendo Casiguran, donde el tifón tocó tierra, informaron las autoridades.
Funcionarios informaron además de decenas de cancelaciones de vuelos, miles de personas varadas en los puertos y muchos municipios sin energía.
Situado en el Pacífico Occidental, Filipinas es frecuentemente golpeada por tifones.
La tormenta más mortífera que afectó al país en los últimos años fue el súper tifón Haiyan, que dejó más de 7.000 muertos o desaparecidos en noviembre de 2013.
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