A medida que crece la preocupación civil por proteger la privacidad, ha crecido la frecuencia con la que organizaciones independientes preguntan al gobierno sobre programas de control y vigilancia ciudadana; sin embargo, los gobiernos –al sentirse observados– han comenzado a tercerizar programas de espionaje masivo y vigilancia digital al sector privado.
Actualmente 80% del negocio del espionaje masivo está en manos de contratistas y compañías privadas, dijo el fundador del sitio de informantes WikiLeaks, Julian Assange, lo cual hace más complicada la labor de organizaciones como la suya para revelar documentos y programas que ponen en riesgo la privacidad de la gente.
“El sector privado amenaza la privacidad de los ciudadanos”, dijo Assange en videoconferencia durante la celebración de la Cumbre Internacional de Datos Abiertos en la Ciudad de México.
A través de una pantalla enlazada desde la embajada de Ecuador en Londres, en donde permanece como asilado político desde junio de 2012, Assange aseguró que “el sector privado es el problema más grave que tiene actualmente la privacidad”.
Dijo que mientras la presión civil ha logrado avanzar en exigir cierta transparencia a los gobiernos, los corporativos se mantienen un poco más al margen de la presión al ser entes privados.
“Evaden tener control de la información al tercerizar los programas. Como compañías privadas es más complicado tener visibilidad de todo lo que hacen”, dijo.
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